Es importante saber el estado emocional de la madre, desde aproximadamente 9 meses antes de la concepción, durante la gestación hasta los 3 años de edad. Saber en que situación se encontraban tus padres entonces.
Saber si fuisteis un accidente, si vinisteis al mundo “demasiado pronto”, si eres deseado/a, si querían un niño y eres una niña o al revés, etc.
El desarrollo del parto también es de utilidad. Saber si fue adelantado o atrasado, si fue inducido, si fue parto natural o cesárea, si se usó fórceps.
Normalmente cuando se le pregunta a la madre la respuesta es: “todo fue bien, nada importante pasó”. Es importante que vuestra madre os hable desde la visceralidad, o sea, que os diga lo que nunca ha dicho o no se atrevió a decir. Si se sentía amenazada por alguna situación, poco apoyada en la familia, si aconteció algo que le preocupó aunque fuese aparentemente de poca trascendencia.